Ya en 2006 se percibió el potencial para iniciar uno de los proyectos greenfield más importantes en la historia de la industria cervecera mexicana: Cervecería Cuauhtémoc Moctezuma quería establecer su séptima planta de producción en Meoqui, estado de Chihuahua, en el norte del país. Nueve años más tarde, HEINEKEN México completó los planes, pero mientras tanto ya se había hecho cargo de la cervecería.
Con el establecimiento en Meoqui, Heineken cierra una brecha geográfica en el norte de México. El emplazamiento estratégico optimiza la red de producción y distribución de la empresa. Además, la región tiene una buena infraestructura, personal cualificado y un gobierno local que promueve selectivamente el desarrollo económico.
Mayor emplazamiento de Heineken en todo el mundo
Con una capacidad de 5 millones de hectolitros al año, Heineken construyó desde el greenfield su mayor planta de producción en todo el mundo. A los 500 nuevos puestos de trabajo creados en la cervecería, se agregan 1.500 empleos indirectos. El sitio está diseñado para permitir una ampliación en el mediano plazo. La notable importancia del mercado mexicano para Heineken se muestra en varias cifras de 2016: La filial mexicana contribuyó con una participación del 16% de las ventas, el 12% de la facturación y el 15% de las ganancias de los holandeses, incluso antes de la puesta en servicio de la nueva planta. Y, lo que es más importante, durante el mismo período, HEINEKEN México creció un 4% en cantidad, un 8% en valor y un 16% en ganancias. En este contexto dinámico y muy prometedor también en el futuro, no es de extrañar que haya decidido invertir alrededor de 400 millones de euros - más que nunca antes.
Un total de seis líneas comprenden el proyecto insignia, cuatro de las cuales fueron entregadas por KHS y puestas en funcionamiento: Dos líneas de botellas de vidrio de 355 ml no retornables, una para botellas de 325 ml retornables, ambas con un rendimiento de hasta 40.000 botellas por hora, así como otra línea de hasta 28.000 botellas retornables o no retornables por hora de hasta 947 ml. El programa de máquinas cubrió casi toda la gama de productos de KHS: Desde máquinas lavadoras, llenadoras, etiquetadoras, pasteurizadores, enfardadoras y hasta paletizadoras.
El Gerente de Planta Eusebio Reynoso Razo explica lo que marcó la diferencia a favor del proveedor de sistemas de Dortmund: “Hemos estado juntos en el negocio desde hace más de 40 años. Está claro que podemos confiar completamente en los procesos modernos, cuidadosos y probados que caracterizan a KHS como un fabricante de equipos y máquinas de primera calidad con sus técnicos altamente cualificados”. La confianza es un criterio central, dice Reynoso: “Después de todo, es un verdadero desafío construir una fábrica tan grande. Así que, para garantizar un buen comienzo, solo queríamos colaborar con los mejores”.
Para KHS, México es un país muy conocido, pues desde 1992 tiene en Zinacantepec una de sus 11 fábricas propias. “En HEINEKEN México tenemos una base instalada de alrededor de 80 máquinas en todo el país”, dice Mario Pérez, gerente de ventas de KHS México Zona Norte. “Estos incluyen principalmente llenadoras, máquinas de embalaje y pasteurizadores”. El primer proyecto conjunto entre las dos empresas se remonta a 1977, cuando se instaló una línea de latas del tipo VVF-120D. Se encuentra en Monterrey en el nordeste del país, y hasta hoy continúa en operación.
Entre los desafíos especiales en Meoqui, el rendimiento de las líneas no estaba en primer plano, sino sobre todo en otros dos aspectos: Flexibilidad y sostenibilidad.
Máxima flexibilidad
Aquí se producen dos tipos de cerveza, seis estilos de cerveza y 13 marcas, junto a la marca Heineken, entre otras, Tecate, Dos Equis e Indio. Este surtido, que se envasa en distintos envases de diferentes tamaños, da como resultado una gran variedad de Stock Keeping Units (SKUs) y una gran cantidad de combinaciones posibles. Esto requiere tiempos muy cortos durante los cambios de formato y máxima flexibilidad durante el etiquetado. A esto se suma una característica especial con respecto al embalaje secundario: En lugar de cajas de plástico, se utilizan cajas de cartón retornables con 12 o 20 botellas cada una, cuyo manejo presenta un cierto desafío técnico.
También en otros lugares, se requería máxima flexibilidad: “Debido a los requisitos actuales del mercado, nos vimos obligados a cambiar el orden originalmente acordado de la puesta en marcha de las líneas de acuerdo con los SKUs más necesarios”, recuerda el gerente de planta Reynoso. “Naturalmente, esto hace que todos los involucrados transpiren. Pero el equipo de KHS comprendió nuestra situación. A pesar de estos cambios, la colaboración con el equipo local funcionó muy bien y pudimos completar el proceso con excelentes resultados”. Ya en los primeros meses, se procesaron más de 30 SKUs diferentes en las cuatro líneas de KHS y se envasaron y embalaron más de 1,2 millones de hectolitros en botellas de vidrio.
En total, Reynoso está muy satisfecho con el trabajo en equipo: “Hemos logrado muchas historias de éxito compartidas, desde la instalación, la puesta en marcha, y hasta el momento en que los primeros palets llenos de productos se despacharon en los transportadores. La gran disposición por parte de los responsables locales de KHS para iniciar acciones, su cooperación y una excelente comunicación han facilitado el funcionamiento del equipo.
Utilización ejemplar de recursos
El segundo gran desafío se refiere a la sostenibilidad: HEINEKEN México se ve a sí mismo como un pionero de acuerdo con su compromiso ‘Brewing a better world’. En concordancia, la planta en Meoqui se construyó de acuerdo con los principios más modernos de la economía circular, con un enfoque en las energías renovables y el uso eficiente del agua. La corriente eléctrica proviene de fuentes renovables. En las ventanas de la cervecería, por ejemplo, hay células fotovoltaicas, que generan alrededor de un 12% de la electricidad necesaria para todo el sitio, y el resto proviene de energía eólica. Además, el tratamiento de aguas residuales también permite abastecer todos los equipamientos, áreas verdes, así como el uso de biogás en calderas. El objetivo declarado es convertirse en la cervecería Heineken con el consumo de agua más bajo del mundo: para 2020, se espera producir en esta planta con solo dos litros de agua por litro de cerveza.
Para lograr este objetivo, se tomó la decisión de optar por equipos sostenibles de KHS: Las máquinas lavadoras, que se ubican generalmente junto a los pasteurizadores y son uno de los mayores consumidores de agua en una línea, están equipadas con la última tecnología que reduce drásticamente la cantidad de agua y el consumo de energía de forma significativa. También en la llenadora, los nuevos sistemas para enfriar las bombas de vacío tienen como resultado un consumo de agua significativamente menor: por año y por línea se pueden ahorrar aquí más de 300.000 euros. Para Reynoso, el Gerente de Planta, este es, por supuesto, un aspecto crucial: “Por sostenibilidad entendemos no solo nuestra responsabilidad ambiental, sino también el nivel económico. En este sentido, KHS se destaca sobre sus competidores con el coste total de propiedad (TCO) más atractivo. A largo plazo, esto nos permite operar las líneas de manera sostenible”.
Cualificación en el sitio
También la facilidad de uso de las instalaciones es ventajosa para el personal de operación. Con este propósito, la selección y cualificación de los empleados de la fábrica se inició en una etapa temprana, con el apoyo activo de KHS: Para asegurarse de que las líneas funcionen correctamente y tengan una buena eficiencia, el personal de mantenimiento local compuesto por 40 técnicos ha sido capacitado y entrenado, y continuará haciendo una tarea importante en el futuro.
En general, Eusebio Reynoso Razo tiene mucho más en mente: “En el futuro, nos ocuparemos de la digitalización de las líneas. El objetivo es poder correlacionar y predecir diferentes indicadores de proceso para aumentar el rendimiento. Al optimizar aún más los materiales y recursos, podremos hacer que nuestros procesos de llenado y embalaje sean aún más eficientes”. Con este propósito, en el futuro KHS seguirá siendo un socio adecuado y confiable.
Heinken y KHS: Socios mundiales
Durante décadas, Heineken y KHS están unidos por una relación estratégica, como lo demuestra una gran cantidad de proyectos exitosos. “Heineken utiliza toda nuestra gama de productos”, explica Ramona Brenner, Gerente Global de Cuentas Clave en KHS. La sede central de Heineken está en red de manera integral con contactos de todas las áreas, desde I+D hasta el área de compras y postventa. “Uno siente que Heineken, a pesar de su tamaño, sigue siendo una empresa familiar: Siempre hay una visión de las relaciones a largo plazo, una relación justa y equitativa”. Además de Meoqui en México, en los últimos dos años y medio Heineken ha realizado, entre otros, los siguientes proyectos principales:
- Port-au-Prince, Haiti: Línea de botellas de vidrio retornables (hasta 40.000 botellas por hora)
- Ho-Chi-Minh-City, Vietnam: Línea de botellas de vidrio retornables (hasta 54.000 botellas por hora)
- Vialonga, Portugal: Línea de botellas de vidrio no retornables (hasta 55.000 botellas por hora)
- Itu, Brasil: Línea de latas (hasta 120.000 latas por hora)