El material que ofrece la solución se llama Hydrofine. Ha sido desarrollado por el Grupo Albaad como materia prima hidrosoluble y biodegradable para el papel higiénico húmedo y está compuesto de celulosa y fibras de viscosa. Este innovador papel higiénico húmedo se ha consolidado con éxito hace dos años en el mercado bajo marcas blancas de droguería y de comercios minoristas de alimentación. Sus posibilidades tecnológicas permiten a Albaad Deutschland GmbH controlar la consistencia de Hydrofine de tal manera que el papel sea capaz de resistir la carga mecánica de una toallita para el cuidado del bebé. Las toallitas para el cuidado del bebé generalmente no deben desecharse en el inodoro. Sin embargo, si una de estas toallitas llegara al medio ambiente por desecharse inapropiadamente y alcanzara así la cadena alimentaria, lo que en todo caso debe evitarse, no causaría ningún daño porque está libre de microplásticos y los animales simplemente excretan las fibras biodegradables. «Las toallitas húmedas para el cuidado del bebé son la pieza clave para evitar desechos plásticos en el mercado de las toallitas húmedas», explica Tenbusch. Una toallita de fabricación convencional contiene actualmente un 80 por ciento de poliéster y las ventas anuales ascienden, solo en Alemania, a casi 200 millones de paquetes, según estima Tenbusch. 120 gramos de poliéster por paquete suponen un potencial de ahorro de aproximadamente 24.000 toneladas.
La única desventaja es el precio adicional de aproximadamente un 20 por ciento frente a las toallitas con un 80 por ciento de poliéster, que se debe exclusivamente a los costes de material. Para una familia con un hijo supone una carga adicional de 25 euros al año. «Actualmente estamos facilitando argumentos a las empresas de marca y minoristas para compensar esta desventaja», explica Tenbusch, ya que Albaad solo fabrica por contrato para empresas comercializadoras y fabricantes de productos de consumo. «Me encantaría que lográramos juntos lo que ha conseguido el comercio minorista en los últimos años: Aquí ahora las bolsas de plástico son la excepción», dice optimista Tenbusch.