El desarrollo de la botella PET de 2,3 litros con asa pegada es el resultado de un año y medio de colaboración entre KHS y el Innovation Lab de Logoplaste. El objetivo era diseñar un envase específico para productos de cuidado del hogar que dejara la menor huella de CO2 posible. Con su solución ahora apta para el mercado, KHS y el Grupo Logoplaste quieren apoyar los esfuerzos de sostenibilidad de la industria.
Reducción de consumo de recursos y de energía
“Gracias a la tecnología de pegado, podemos reducir el uso de materiales y energía en la producción y, al mismo tiempo, producir un envase más estable y visualmente superior a las soluciones habituales del mercado”, dice Sebastian Wenderdel, Gerente de Desarrollo de Ventas de PET de KHS en Hamburgo. En una comparación directa, el consumo de recursos en el proceso de fabricación es hasta un 30% menor y, en comparación con un asa pegada, el ahorro es de alrededor del 10%. En lugar del procesamiento habitual de moldeo por extrusión, la producción mediante el proceso de moldeo por estirado-soplado permite una fabricación especialmente eficiente desde el punto de vista energético, lo cual es una ventaja considerable en vista del aumento de los precios de la energía y de las materias primas.
En combinación con el Preferential Heating, KHS ofrece una tecnología especialmente precisa y fiable. El proceso de calentamiento, probado y energéticamente eficiente, permite una distribución homogénea del material en el proceso de estirado-soplado para envases de plástico con formas irregulares y complejas, lo que por un lado reduce el uso de recursos y, al mismo tiempo, aumenta su estabilidad. La alineación del cuello con precisión milimétrica como componente opcional permite una dosificación precisa del producto con la ayuda de tapas vertedoras orientadas. Dado que la nueva botella PET no tiene costuras, a diferencia de los envases convencionales de HDPE o PP, Wenderdel afirmó que en la exigente prueba de caída interna fue convincente.
En lo que respecta al pegamento del asa, el equipo de desarrollo se basó en los muchos años de experiencia que KHS había acumulado como parte del proyecto Nature-MultiPack. El envase ofrece otra ventaja adicional para el marketing del producto. “El material PET transparente permite visualizar el producto”, dice Wenderdel. Además, con la ayuda del Programa de Servicios de KHS Bottles & Shapes, el cliente puede acceder a un diseño individual de la botella.
Un paso en la dirección de la economía circular
Con el desarrollo de la nueva botella PET con asa pegada, KHS da otro paso en dirección a la economía circular y, con esta solución, se dirige no solo a los productores de productos para el hogar, sino también directamente a los fabricantes de alimentos. “Ofrecemos una solución reciclable en la que el cuerpo y el asa de la botella están hechos de material 100% reciclado y, que a su vez, también son un 100% reciclables. En el sector de los envases con asas, esto todavía es una rareza”, enfatiza Wenderdel. Como el PET es el plástico que se recicla con más frecuencia en todo el mundo, también está más disponible en el mercado que materiales como el HDPE o el PP. Al mismo tiempo, estos tienen la desventaja que, contrariamente al rPET, actualmente no son reciclables. “La creciente demanda de embalajes respetuosos con el medio ambiente y los requisitos legales más exigentes con respecto al uso de plástico reciclado, con nuestro último desarrollo se cumplen de manera óptima”, dice Wenderdel.
[1] Las poliolefinas son plásticos como p.ej. HDPE o PP, que con frecuencia se utilizan en la tecnología de moldeo por soplado para envases fuera de la industria de las bebidas.