Para Josef Minster, CEO de Schlemmer, el pesimismo está completamente fuera de lugar en la actual situación económica mundial: "La economía es como la vida misma: tan pronto brilla el sol, como se cubre el cielo con nubarrones, lo que nos obliga a adaptarnos en cada momento a la situación climática. Sin embargo, es muy importante no dejarse desconcertar ni mucho menos atraer la crisis. Muchos indicadores muestran que 2015 también va a ser un año estable con un crecimiento rentable".
En Rusia, donde las sanciones económicas impuestas por la Unión Europea, el precio persistentemente bajo del petróleo y la devaluación del rublo hacen notar una clara caída del sector del automóvil, Schlemmer reacciona ya desde 2014 con la adaptación flexible de la capacidad de producción. "La industria rusa no ha logrado hasta la fecha fabricar vehículos sin depender de proveedores extranjeros. Con la devaluación del rublo y las sanciones económicas, la adquisición de las piezas necesarias se ha convertido en una tarea más difícil y cara. Tenemos la suerte de contar en Rusia con unidades de producción muy flexibles, con las que podemos reducir la capacidad a corto plazo y volverla a aumentar rápidamente cuando vuelva a recuperarse el mercado", afirma Josef Minster.
La gerencia pretende ampliar este año la cartera de productos para hacer frente a la recesión económica que vive Brasil en la actualidad, donde Schlemmer cuenta con una filial desde 2002. "Naturalmente notamos la recesión económica en Brasil, la cual se reflejó ya el año pasado en una reducción de las unidades vendidas. Sin embargo, allí tenemos la posibilidad de ampliar considerablemente nuestra oferta gracias a la construcción de dos unidades de producción de moldeado por inyección. Por tanto, este año esperamos para Schlemmer do Brasil una situación estable en general", dice Minster.
El mercado chino, considerado sumamente crítico por muchos analistas debido a la caída del crecimiento económico, es el que menos preocupa actualmente al grupo Schlemmer. "Todo tiene un límite. Y China no es la excepción. Es lógico que la economía del país llegue al límite de su crecimiento después de algunos años consecutivos en auge", señala Minster. "Sin embargo, aún no hemos explotado el potencial de este gigantesco mercado en muchos ámbitos, por lo que en el grupo Schlemmer aún esperamos para 2015 un crecimiento de entre el 15 % y el 20 %".
A la vista de estos datos, no es de extrañar que Schlemmer se aferre también en 2015 a su ambicioso plan de crecimiento, que prevé duplicar el volumen de negocio hasta el año 2020 y aumentar el número de empleados a unos 3000. Esto incluye también el consecuente perfeccionamiento de procesos de moldeado térmico, de plástico y de metal, así como, cada vez más, el desarrollo y la fabricación de componentes complejos y de grupos completos tanto en el sector de la automoción como el industrial.